Nuestras almas son el sagrario vivo de la Santísima Trinidad
Cuando llegó el tiempo, Dios envío a Su Unigénito Hijo que viniera a establecer la Nueva y Eterna Alianza. «Por eso, al entrar en este mundo, dice: Sacrificio y oblación no quisiste; pero me has formado un cuerpo. Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. Entonces dije: ¡He aquí que vengo – pues de mí está escrito en el rollo del libro – a hacer, oh Dios, tu voluntad!“ (Hb 10, 5-7).
A través de la Devoción de la Preciosa Sangre de Jesucristo, Jesús nos llama a recordar y valorar que la Santísima Trinidad está real y verdaderamente presente en nuestra alma como lo está en el Cielo, cuando estamos en estado de gracia; ella es un Santuario Vivo de la Santísima Trinidad. El cuerpo es el Templo de Dios.
Tenemos el Arca Viva de la Alianza de Dios en nuestras almas, que promete mejores cosas que el Arca de la Alianza de los antiguos israelitas”. (Jeremías 31,33).
Gracias particulares para los que sean fieles a la oración
Garantía que somos hijos de Dios.
Rompe el yugo de la esclavitud (pecado) y nos salva.
Reaviva la presencia del Espíritu Santo en el alma (2Cor 1, 20).
Da derecho a la tierra prometida (salvación eterna).
Salva la propia vida.
Se realiza todos los viernes.
12:00 md a 3:00 pm.
Se práctica de forma individual.
Mantenerse en silencio en el lugar donde se encuentre.
Hacerla idealmente en una capilla o lugar solitario (cuando fuera posible).
Meditar sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Momento especiales del llamado
Reparación mensual
Todos los terceros viernes de cada mes.
Durante el año
Todos los viernes de diciembre hasta el primer viernes de enero (octava de Navidad).
Todos los viernes de abril hasta el primer viernes de mayo .
Todos los viernes de julio (mes dedicado a honrar la Sangre Preciosa de Jesucristo.
Preguntas frecuentes sobre la hora del sello
Para comprender el mensaje de la Hora del Sello, y el concepto del Sello, tal cual lo propone la espiritualidad, debemos antes responder la pregunta: ¿Qué es el Sello de Dios, según lo promueve esta espiritualidad?.
Es el mismo Señor Jesucristo quien lo explica en uno de sus mensajes, el 23 de julio de 1999 diciendo: “Hijos míos, el sello que ustedes están recibiendo es la marca de propiedad. El sello que les di a todos los hombres con mi Sangre el primer viernes santo en el Monte Calvario.
Hijos, con mi flagelación en la columna, el mundo fue liberado. A través de mis Llagas, fueron sanados. Y a través de mi Preciosísima Sangre, fueron sellados y salvados. Por eso fue que dije: Todo está consumado.
Y en el mensaje del 23 de julio de 1999 amplía:
…»Hijos, la más grande preparación que les estoy dando es el santuario vivo que estoy haciendo en sus almas. Éste es mi mayor sello. Pero aún ahora, ninguno de ustedes ha entendido que su alma es un pequeño Cielo. La mayor ofrenda que ustedes pueden darme es su alma. Hagan de su alma, un sagrario vivo para mí. Yo estoy dispuesto a venir y morar en ella. Yo la haré mi morada eterna.
Hijos, éste es el sagrario eterno, su misma alma, la que estoy purificando con mi gracia santificante. Ofrézcanmela, y que sea sólo para mí. El sagrario terrenal se acabará el último día, pero mi sagrario vivo en sus almas permanecerá por siempre, en aquellos que Me aman»…
En resumen, se puede decir que el Sello de Dios, refiere a que todos los bautizados pertenecemos a Jesucristo por medio del sacrificio de Jesús en la cruz.
Esta es la Alianza que Cristo selló con Su propia Sangre. Él ha escrito Su Ley con Su Sangre en nuestros corazones. Nuestra alma es ahora el Santuario Vivo de Dios. Dentro de nuestra alma se encuentra el Santuario de la Alianza. Este Santuario no solo contiene las dos tablas de piedras con los Mandamientos escritos en ellas, sino también el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Este es el Cáliz del Amor que Cristo guarda en nuestra alma, el Sagrario Vivo, como un Gran Sello.
En nuestros días, ese Sello sigue estando presente. Jesucristo nos invita a ser tabernáculos vivos de Él. Lo recuerda cuando nos unimos a Él por medio del sacramento de la comunión.
Quiere hacernos consciente de que Él habita en el santuario de nuestras almas y allí quiere ser consolado y adorado.
La Hora del Sello es un momento de silencio personal; en el cual, los devotos de este llamado meditan en la Pasión de Jesucristo, como nuevo sello o marca de su propiedad.
También es un momento para reflexionar en que cada alma, se convierte en un tabernáculo del Dios vivo por medio del sacramento de la comunión e invita a llevar una vida de gracia, según la condición de cada persona.
«Permanezcan en el Padre y el Padre permanecerá en ustedes».
El Sello de Dios se fundamenta en diferentes pasajes que encontramos en la biblia. La sangre constituye la nueva alianza de Dios con el pueblo de Israel.
Algunas lecturas bíblicas sobre El Gran Sello con la Nueva Alianza son: Jer 31,31-34; Hb 9,1-10; 10,2-4; 8,7-8; 9,22; 10,5-7; 9,15; 10,19; 2Cor 3,6; Jn 4,23-24; Mc 14,24; Mt 26,27-28; Lc 22,20; 1Cor 11,25; 1Jn 5,6-7; Ap 7,1-3.” Jesús, 7/4/00.
…»Y les dijo: Esta es mi Sangre de la Alianza, que es derramada por muchos». Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios». (Mc 14,24-25).
El Sello de Dios es para todos los bautizados que han reconocido a Jesucristo como el Señor de sus vidas.
Aplica para todos los fieles que viven en estado de gracia, según su condición de vida y participan de los diferentes sacramentos de la Iglesia Católica.
Conviene antes de dar respuesta a esta pregunta, aclarar que cuando se habla de la pérdida del sello, se habla de la pérdida del estado de gracia santificante como consecuencia de haber caído en pecado mortal o de la negación total de Dios.
Entonces, tomando la premisa anterior, podemos decir que, el Sello de Dios, si puede perderse.
Sucede cuando un alma se separa completamente de Dios a consecuencia de la transgresión de sus mandamientos y preceptos, en materia grave.
El Sello de Dios puede restaurarse mediante el sacramento de la confesión; en la cual se da la reconciliación con Dios y con la Iglesia.
Al acercarse a este sacramento, se restaura la paz en el alma y se renueva el amor a Dios.
Como el hijo pródigo, el Padre celestial espera que todos se vuelvan a él; lo cual se debe comenzar con una contricción perfecta.
La Hora del Sello se realiza desde 12:00 pm hasta las 3:00 pm. Esto es porque, según lo que explican los evangelios, fueron las horas en que nuestro Señor estuvo colgando en la cruz.
En adición, en el mensaje del 23 de julio de 1999, 10:00 pm, Monte Carmelo, Olo, el Señor hace el pedido: «Hijos, renueven este sello cada viernes del año personal y silenciosamente. Recuerden, que, Yo colgué tres horas en la cruz por su bien. Si me aman, guarden estas horas del sello para Mí. Consuélenme, adoren mi Preciosa Sangre, Yo soy Jesucristo Agonizante.»
La Hora del Sello puede hacerse en cualquier lugar; de preferencia ante el sántisimo sacramento.
El Señor sólo pide que se haga personalmente, en silencio y se medite en su Pasión.